Pese a que la gran mayoría de personas que vapean buscan un dispositivo que sea sencillo de usar, que les resulte satisfactorio y que proporcione un buen sabor, aún existe un grupo numeroso que busca algo más en su experiencia de vapeo. Es aquí donde entran en juego los Mods. Son actualmente los dispositivos más comunes, además de estar en lo más alto de la innovación de los cigarrillos electrónicos y con los que más habitualmente se utilizan líquidos sin nicotina. La razón es sencilla, estos dispositivos proporcionan por sí mismos el sabor y la producción de vapor necesaria para hacerle llegar al usuario una experiencia de vapeo satisfactoria sin necesidad de agregar algo más como la nicotina.

Los Mods han evolucionado mucho a lo largo de los últimos años, pero todos ellos comparten una serie de características. Vienen en dos partes diferenciadas, el mod y el tanque donde que se rellena de líquido para vapear. El mod necesita una batería (que bien puede estar integrada o tratarse de una o varias baterías externas) una pantalla y varios botones para acceder al menú, ajustar la potencia, y el botón disparador para dar la calada.

Aunque algunos mods se venden por separado, normalmente se suelen sacar al mercado en kits que incluyen un tanque que se ajusta perfectamente a las características del propio dispositivo. Normalmente, estos kit suelen tener un buen valor además de un óptimo rendimiento.